Claves para que las subcontratas terminen sus trabajos
Baldosas o rodapiés sueltos, ventanas rotas, puertas que no cierran del todo o pérdidas de agua en una cisterna… son esos pequeños desperfectos que a menudo empañan las entregas de edificios o naves industriales.
Nos referimos a los desperfectos que han de ser resueltos en la etapa final de la gestión de obras, la de acabados y repasos, antes de entregársela al cliente.
Estos desperfectos son daños materiales por vicios o defectos de ejecución que afectan a elementos de terminación o al acabado de obras. Así lo recoge una sentencia de 2012 de la Audiencia Provincial de Alicante. También la Audiencia Provincial de Madrid apuntaba en una sentencia de 2014 que estos desperfectos son imputables al constructor y han de ser reparados.
