El canal de denuncias, obligatorio desde el 1 de diciembre

El plazo ha llegado a su fin: desde el pasado 1 de diciembre en todas las empresas de más de 50 trabajadores es obligatorio tener implementado un canal de denuncias en cumplimiento de la Directiva Whistleblowing.

Se trata de una ley creada para la protección de las personas que informen de forma confidencial y anónima sobre las infracciones normativas en las que puedan incurrir empleados, proveedores, clientes o accionistas, y para luchar contra la corrupción.

El canal de denuncias es un instrumento esencial en cualquier sistema de gestión de cumplimiento, ya que sirve para prevenir y detectar cualquier tipo de fraude, acoso, abuso de poder, malas prácticas u otras conductas que atenten contra la legalidad y las políticas de la empresa.

¿Por qué es importante implantar un Canal de Denuncias?

Esta plataforma proporciona un entorno seguro en el que las denuncias pueden ser realizadas sin temor a represalias y de acuerdo con una cultura empresarial transparente y responsable. El objetivo principal de este canal es identificar posibles problemáticas internas y asegurar la correcta gestión de las denuncias, garantizando la protección de los denunciantes.

El tener implementado este canal evita los daños reputacionales que pueda ocasionar el comportamiento de los miembros de una organización y, sobre todo, resguarda a las entidades de cuantiosas sanciones económicas.

No tener un Canal de Denuncias puede tener muy graves consecuencias

La carencia de un canal de denuncias o adoptar represalias contra los informantes se consideran infracciones muy graves y llevan aparejadas graves sanciones. Estos incumplimientos acarrean multas de 30.001 a 300.000 € para personas físicas y de 600.001 a 1.000.000 € para personas jurídicas.

Estas multas pueden tener, además, sanciones accesorias: la inhabilitación para obtener subvenciones o beneficios fiscales hasta durante 4 años, y la prohibición de contratar con el sector público por 3 años.

Cómo debe implementarse el Canal de Denuncias

La Ley 2/2023 para la protección de las personas establece una serie de requisitos que deben cumplirse para que el canal de denuncias sea válido. Deberá permitir comunicaciones escritas, verbales o de las dos formas.

Las comunicaciones escritas podrán ser por correo postal o por medios electrónicos; y las verbales, por vía telefónica directa o por mensajería de voz. El informante también puede solicitar una reunión presencial en el plazo de siete días.

Sean las que fueren las vías de comunicación, las organizaciones deben garantizar la confidencialidad de los denunciantes para que su identidad esté protegida en todo momento. El anonimato es una premisa fundamental para instalar de forma efectiva este tipo de canales de denuncia.

Y, por supuesto, el canal de denuncias debe ser eficaz y facilitar que las denuncias se tramiten con eficiencia y rapidez. Otra exigencia es que debe ser independiente y estar claramente diferenciado de otros sistemas internos de información.

Existen soluciones tecnológicas que facilitan la implantación de estos canales de denuncias de una forma sencilla, haciendo más fácil su gestión y supervisión por parte de la persona encargada de gestionar estas incidencias. En el formulario en el que se recoge la información se debe detallar:

• El tipo de irregularidad
• Descripción del hecho
• Dónde ha tenido lugar
• Fecha, período de tiempo o/y si es recurrente
• Posibles responsables y personas relacionadas
• Cualquier tipo de documentación o pruebas

El Canal de Denuncias de Nalanda, un compromiso con nuestro entorno

En Nalanda, creemos firmemente en la transparencia, la integridad y la responsabilidad social corporativa como pilares fundamentales para construir relaciones sólidas y duraderas con nuestra comunidad y con las áreas en las que desarrollamos nuestra actividad.

En consecuencia con este compromiso, nuestra compañía tiene implementado un canal de denuncias en el que nuestros colaboradores, proveedores o cualquier persona interesada, pueden informar sobre cualquier conducta que consideren que incumplen nuestros valores éticos, políticas internas o normativas legales.

Además de evitar sanciones económicas, los beneficios para las empresas que incorporan un canal de denuncias son variados e inciden directamente en su eficiencia y productividad: previenen los delitos y disuaden a los posibles infractores.

Al mismo tiempo, ofrece una mayor protección a los trabajadores en casos de corrupción, acoso laboral u otro tipo de discriminación. Estas garantías y protección, además, inciden directamente en una mejora de la cultura ética de la empresa, creando un entorno de trabajo más seguro, respetuoso y saludable.