De aquellos chalados en sus locos cacharros a la nueva movilidad

Si echamos la vista atrás y recordamos cómo eran hace años aquellos largos viajes familiares en coche, sin apenas medidas de seguridad, podríamos pensar que nuestros padres estaban chalados por llevar a sus familias en esos “locos cacharros”. Hoy en día, además de la seguridad convivimos con el nuevo plan de movilidad laboral.

En esas épocas los cinturones eran sólo para los pantalones y a los demás sistemas de seguridad  les quedaban décadas por llegar.  Aún así, viajábamos sin miedo, ajenos a los peligros de un vehículo de los Pica Piedra combinado con carreteras manifiestamente mejorables.

Sin embargo, hoy en día, pese al mejor estado de las vías y a disponer de vehículos con tecnologías cada día más sofisticadas, los accidentes de tráfico siguen siendo una de las primeras causas de muerte por accidente laboral. Por ello, y aprovechando que estamos en la Semana Europea de la Movilidad, es un buen momento para reflexionar sobre este tema.

Qué es un accidente de tráfico en jornada laboral

La mayoría de los desplazamientos en jornada laboral, bien para ir y venir del trabajo (“in itinere”) o para reuniones o actividades profesionales (in misión”), se realizan en vehículos a motor o eléctricos, aunque ya hay quien empieza a ir a reuniones en bicicleta o en patinete.

Y cuando en estos desplazamientos ocurre un accidente de tráfico con lesiones, se considera estadísticamente que es un accidente laboral. Según el  European Road Safety Observatory, de los aproximadamente 60.000 accidentes de este tipo que hay cada año en España, el 73% de ellos son “in itinere” y el 27%, “in misión”.

¿Quién tiene más accidentes, ellos o ellas?

Ellos conducen más, pero no mejor. Pese al cliché de que las mujeres son más torpes al volante, este cuadro del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INNST) desmiente este viejo tópico: la incidencia entre los conductores masculinos triplica al de las féminas.

El modelo urbanístico actual y su repercusión en el nuevo plan de movilidad laboral

El patrón actual de movilidad laboral, con un gran número de desplazamientos de casa al trabajo y los riesgos para la seguridad que esto conlleva, están estrechamente vinculados al modelo urbanístico.

Las ciudades se están vaciando y esto provoca cientos de miles de desplazamientos de largo recorrido, en los que el riesgo de un accidente de tráfico va in “crescendo”. Según los datos del estudio de la DGT “La movilidad al trabajo: un reto pendiente”, cada día se producen en España 123 millones de desplazamientos cotidianos, de los cuales el 16 % son viajes de ida al trabajo.

Vehículos cada vez más seguros y eficaces

Las marcas son conscientes de que la seguridad es una demanda creciente entre su clientela y por ello la inversión en nuevas tecnologías para vehículos ha crecido en las últimas décadas. En muchos de nuestros coches ya tenemos elementos integrados en los sistemas electrónicos, salpicadero y hasta en el propio chasis, que hacen más fácil nuestra conducción.

¿Os acordáis de aquella “visionaria” serie del coche fantástico, “Kit”, al cual el protagonista daba órdenes que el coche cumplía a la perfección? Hoy eso es ya casi una realidad. Los conductores que hayan registrado su perfil o voz en el sistema pueden ordenar acciones como poner en marcha la radio, fijar una temperatura y muchas otras funciones que evitan distracciones a quien lleva el volante.

Otros sistemas de ayuda a la conducción son el reconocimiento de señalización horizontal, lo que permite leer las líneas de la carretera para corregir despistes humanos; sensores y cámaras que eliminan los ángulos muertos del coche, permitiendo siempre una visión 360º y, por supuesto, la monitorización del conductor a través del “eyetracking”. Este elemento realiza un análisis postural y ocular del conductor para saber cuál es su estado físico y valorar, si fuera necesario, un descanso.

¿Y cómo son los vehículos en los que nos desplazamos? España cuenta con un parque móvil de 34,5 millones de vehículos (24,5 millones de turismos, 5 millones de camiones y furgonetas, 3,6 millones de motocicletas, 65.000 autobuses, etc.) y el problema es que la antigüedad media de todos estos vehículos es de 13,5 años.

Otros factores agravantes: la velocidad, el consumo de alcohol o drogas y las vías

El factor humano: las distracciones ocurren cuando algún elemento dentro o fuera del vehículo capta la atención del conductor. Esto puede producir la salida de la vía, un choque con el vehículo precedente o un atropello.

La velocidad influye de forma directa en que se produzcan los accidentes y también en su severidad. Según los estudios de la DGT, el factor exceso de velocidad está presente en uno de cada cuatro accidentes mortales en vías interurbanas.

El consumo de alcohol y otras drogas al volante es el factor concurrente en el 20% de los accidentes mortales en vías urbanas e interurbanas.

La vía y el clima o entorno, son otros de los factores importantes de riesgo de accidentes. Tanto el estado de la propia carretera como las condiciones ambientales y climáticas que pueden dificultar la conducción juegan un papel decisivo para dificultar la conducción.

Nuevo plan de movilidad laboral

Al final, las probabilidades de sufrir un accidente laboral de tráfico son altas y dependen de muchos factores. Pero también las empresas pueden contribuir a reducir la siniestralidad. Para ello deben implantar un Plan de Transporte Sostenible que, además de ahorrar costes y optimizar los desplazamientos, contribuirá a reducir la siniestralidad laboral. Pero de este tipo de planes ya hablaremos con más detenimiento en un próximo artículo.